Cuidar de forma adecuada la piel en verano requiere ir más allá de la estética y de la higiene personal básica. Y gracias a la intensidad de los rayos UVA y UVB es necesario reforzar especialmente los cuidados de la piel tras un día de playa.
1 – Protector solar obligatorio
El SPF solo nos da información sobre el tiempo de protección que ofrece un protector solar frente a la quemadura. Es decir, hasta dónde está tu piel protegida y en qué momento empieza a sufrir el riesgo de un eritema.
Por ejemplo, si tu piel tiene un margen de 20 minutos sin protección y a partir de aquí empieza a quemarse, un SPF 50 le protegerá 50 veces más (unas 16 horas), absorbiendo un 98% los rayos ultravioletas B (responsables de la quemadura bajo el sol).
Pero esta regla sólo funciona si:
* Te aplicas el protector 20 minutos antes de exponerte al sol (idealmente en casa) * Te reaplicas el protector cada 2 horas y después de cada baño * En cada aplicación extiendes 2 mg de producto por cm2 de piel (una cucharada grande de producto para todo el cuerpo si eres una mujer de complexión media) * Esa aplicación es homogénea
2- Baños de sol en horarios recomendados
Los dermatólogos afirman que una exposición saludable al sol debe suceder entre las 07 a.m. y las 11h a.m. o a partir de las 04 p.m. (16h). En estos horarios la intensidad de los rayos solares es considerablemente menor.
3- Baños fríos
Después de exponerse al sol, el organismo experimenta un aumento de su temperatura promedio. Por eso, el agua para el baño o ducha durante el verano debe ser a temperatura ambiente, ya que eso ayudará a nivelar la temperatura del cuerpo.
4 – Hidratación diaria
La exposición al sol hace que parte del agua contenida nuestro organismo se evapore. Por eso, la piel se vuelve más seca en verano y puede presentar ralladuras o la sensación incómoda de “cambio de piel”.
Para evitar esas molestias, es muy importante hidratarse frecuentemente en los días calurosos. Tomar mucho líquido es esencial, así como evitar consumir alimentos salados o ricos en sodio, y usar una buena crema hidratante. En caso de exposición prolongada al sol, diversas marcas ofrecen lociones específicas para los cuidados de la piel tras un día de playa.
5 – Consumir alimentos ricos en Vitamina C
Los alimentos ricos en vitamina C son refrescantes e ideales con el clima caluroso. Limón, naranja, manzana, mandarina, guayaba, fresas, kiwi, melones, frutos rojos, pomelos, son poderosos antioxidantes.
